Los personajes de Sergio Coello son “chandlerianos”. Mirando su pasado y percibiendo su presente son empujados, sin remedio e irremisiblemente, hacia un futuro que los devora.
El Centauro bajo las Aguas es una novela sobre el hombre; ese hombre que descubre que la sociedad existente, primera década del siglo XXI en España, no tiene sitio para él porque en los lugares en que intenta ubicarse no existe “ese agua” simbólica que el ser primigenio y no tan primigenio necesita para vivir.
A través de una búsqueda de la persona ,que de modo casual y obsesivo ha llegado al centro de su laberinto ,Abilio nos va desgranando su historia de rechazo social a las convenciones: personales, familiares sentimentales y cómo lo que muestra de sí es sólo su efigie hueca al ser imposible que su interior pueda estar con nadie.
Su unión a Ceilán, un caballo árabe,lo convierte en ese centauro que cabalga hacia rincones,hoy ignotos, y como un solo ser ambos vuelven conscientemente al líquido amniótico que cierra e inicia el paso del hombre por el mundo.
Con una excelente descripción del mundo interior del personaje, con recursos y referencias culturales, que introduce con normalidad en la trama haciendo guiños al lector y a sí mismo, Sergio hace una novela en donde el exceso de metáforas para definir todo, en lugar de resultar excesivo, contribuye a que todo quede perfectamente definido.
En resumen una buena novela que ayuda a disfrutar en un tiempo en que lo superficial se alza con las mieles de los premios y se convierten en “bestsellers”.
José Diego Pacheco. 05-03-2010
El Centauro bajo las Aguas es una novela sobre el hombre; ese hombre que descubre que la sociedad existente, primera década del siglo XXI en España, no tiene sitio para él porque en los lugares en que intenta ubicarse no existe “ese agua” simbólica que el ser primigenio y no tan primigenio necesita para vivir.
A través de una búsqueda de la persona ,que de modo casual y obsesivo ha llegado al centro de su laberinto ,Abilio nos va desgranando su historia de rechazo social a las convenciones: personales, familiares sentimentales y cómo lo que muestra de sí es sólo su efigie hueca al ser imposible que su interior pueda estar con nadie.
Su unión a Ceilán, un caballo árabe,lo convierte en ese centauro que cabalga hacia rincones,hoy ignotos, y como un solo ser ambos vuelven conscientemente al líquido amniótico que cierra e inicia el paso del hombre por el mundo.
Con una excelente descripción del mundo interior del personaje, con recursos y referencias culturales, que introduce con normalidad en la trama haciendo guiños al lector y a sí mismo, Sergio hace una novela en donde el exceso de metáforas para definir todo, en lugar de resultar excesivo, contribuye a que todo quede perfectamente definido.
En resumen una buena novela que ayuda a disfrutar en un tiempo en que lo superficial se alza con las mieles de los premios y se convierten en “bestsellers”.
José Diego Pacheco. 05-03-2010
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